miércoles, 25 de abril de 2012

Te Deum 27 Febrero 2010. Palabras de Mons. Amancio Escapa


Te Deum 27 Febrero 2010. Palabras de Mons. Amancio Escapa




HOMILIA EN LA CATEDRAL. DIA DE LA INDEPENDENCIA NACIONAL DOMINICANA
Mons. Amancio Escapa, Obispo Auxiliar de Santo Domingo.


Cada ano, al celebrarse el aniversario de la Independencia Nacional, nos reunimos en esta Iglesia Catedral Primada de America, para entonar un cantico de alabanza a Dios.
Este cantico lleva consigo dos claras intenciones. Dar gracias a Dios y pedir por el bienestar de nuestra Republica.
En este 166 aniversario de la Independencia Nacional, nos reunimos en nombre de Dios para darle gracias porque nos permite vivir en un pueblo libre, soberano e independiente, como lo quiso Duarte el Padre de la Patria. Dar gracias a Dios por todos los beneficios que sobre este querido pueblo El ha querido derramar a manos llenas.
Seamos o no creyentes, por propia experiencia sabemos, que todo don viene de Dios. Y Dios se lo ha dado a los hombres para que solidariamente les compartamos con los demas, con todos como buenos hermanos, hijos de un mismo Padre. Bien lo expreso San Pablo cuando dijo: Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios.
Todo es vuestro. Al celebrar en este dia un ano mas de la Independencia, tenemos que pensar, los de arriba y los de abajo, que la Patria es de todos. Y esta Patria nuestra sera lo que nosotros queramos que sea.
La gesta fue posible gracias a la capacidad de sacrificio, generosidad y colaboracion de todos. A partir de entonces, el deber y compromiso nacional ha sido y es el de contribuir cada uno con lo mejor de si a la consolidacion, grandeza y esplendor de la Patria, logrando, como decia Duarte, que el nombre de la Republica Dominicana, se pronuncie en todas las naciones con respeto y admiracion.
Y esta Patria nuestra sera lo que nosotros queramos que sea.
Ciertamente, habra muchas cosas que restaurar, por aquello de que somos humanos y como humanos tropezamos, caemos y cometemos errores. Pero si es de humanos el caer. tambien es de humanos reconocer los errores, fijandonos mas en los propios que en los de los demas. Tendremos, para ello, que comenzar por nosotros mismos.
En la ultima carta que se conoce de Juan Pablo Duarte, este proclama:"La necesidad de que la Patria se levante, libre, independiente y triunfante. Y afirma que para esto sea posible cada dominicano debe procurar conservarse bueno, conservar su corazon y su cabeza. Sed justos, lo primero, si quereis ser felices."
Para ser justos tenemos que comenzar por tomar conciencia de que la Patria es patrimonio de todos. De los Gobernantes y de los gobernados. Cada uno, gobernantes y gobernados, tienen, tenemos una cuota de responsabilidad individual y comunitaria que cumplir, y que por otra parte es impostergable.
Una y otra vez, los dominicanos debemos repetirnos que la patria es tarea comun y mancomunada del Estado y de la Sociedad. Cuanto mas acertada, intensa, inteligente y eficaz sea la accion de ambas instancias mayor sera nuestro bienestar y progreso y mas facil nos sera disminuir y hasta eliminar la pobreza espesa e injusta existente entre nosotros.
Lo que a mi me corresponde hacer, si no lo hago, quedara sin hacer para siempre. No es el momento de entrar en disquisiciones sobre lo que corresponde hacer a cada uno. Cada quien tiene un deber y unas obligaciones.
Para ello Dios ha dotado al hombre de unos talentos, dones y gracias que le ayudaran a desarrollarse en toda su plenitud segun el puesto que se le ha confiado en este engranaje de pueblo libre e independiente.
Los gobernantes tienen que desarrollar esa capacidad para el bien comun, que es la finalidad de toda buena politica, por encima de intereses particulares o de partido. Los gobernados, por otra parte, han de cooperar a toda buena iniciativa que vaya en beneficio de todos, dando a cada uno lo que le corresponde.
En otras palabras, todos juntos tenemos que luchar por hacer una Patria mejor. Libre de odios y de rencores, de violencias e injusticias, de hipocresias y falsas promesas. Libre de egoismos e intenciones oscuras, de luchas fraticidas y muertes sin sentido.
Todos tenemos que ser responsables de la constante renovacion y crecimiento de nuestro pueblo. Olvidemos el pasado, perdonemos los errores de los que nadie estamos exentos. No cifremos nuestras aspiraciones en lo que pudo ser y no fue. No mezclemos la verdad con la mentira, la libertad con el libertinaje, la honestidad con las apariencias.
Todo eso para poder mirar el futuro con optimismo y ver el porvernir con esperanza. Futuro que tenemos que construir juntos con nuestro aporte de trabajo, solidaridad y fraternidad. Esperanza cifrada en nuestra capacidad de salir adelante aun en medio de las dificultades que nos rodean.
Varios retos de futuro han sido senalados por la Jerarquia.
-La Educacion, base y fundamento del desarrollo de los pueblos.
-La eliminacion de la violencia y casos de delincuencia, que nos atemorizan y coartan nuestra libertad.
-La solucion de los servicios basicos, electricidad y vivienda tan prometidos en las campanas electorales.
-La droga que corroe, degenera, envilece, destruye mata y descompone la sociedad.
Son algunos retos. No son todos, ni exhaustivos, pero hay que tenerlos en cuenta como orientacion en la busqued de soluciones.
Durante muchos meses el tema de la reforma constitucional ha sido el pan nuestro de cada dia. Ciertamente que para que exista un verdadero Estado de Derecho es imprescindible una sabia Constitucion adecuada a los tiempos que vivimos.
Y al hablar de Reforma, tomando esta palabra en toda su extension, _¿No seria un buen proposito comenzar por nosotros mismos, por una reforma personal que nos lleve a ser mas justos, honestos, solidarios, respetuosos de lo ajeno, pacificos, defensores de la verdad?
Que Dios nos ayude. Que nos ilumine en este momento historico que estamos viviendo. No hagamos caso de falsos augurios. Pongamos de nuestra parte lo que a cada uno le compete hacer y desde la responsabilidad, hagamos una Patria mejor, mas justa, mas honesta, mas solidaria, mas fraterna, mas de todos y para todos.
Que Maria de la Altagracia nos lleve de la mano, para hacer lo que Jesus, el Maestro, nos diga. Y lo que el Senor nos dice y quiere es que cada uno cumpla con sus deberes y obligaciones. No podemos ser mero espectadores. Tenemos que ser actores de nuestra historia.
Ojala los grandes ideales de los fundadores de la Patria, sean nuestros ideales y nuestros propositos. Solo asi, la Patria, nuestra Patria, sera de todos y para todos.

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